Un beso a la cocinera: CAJITAS DE TURRÓN

¡Feliz 2013! Si, si... ya sé que estamos casi en febrero y que no me he dejado caer mucho por el blog pero han sido unos meses muy moviditos. Aún así muuuuy feliz de estar de vuelta coincidiendo con los dos añitos del blog y con muchas cosas buenas tanto a nivel laboral como personal. Y aunque me gusten mucho los número impares, pero teniendo la excepción del 13 (herencia de padre supersticioso, jeje) ¡estoy segura de que este será un buen año! :)

Hoy os presento unas cajitas muy dulces, pero como son muchas cosas las que os quiero contar, iremos por partes:

IDEA INICIAL

Mis amigas me organizaron una fiesta sorpresa MUY ESPECIAL :) Fue un día estupendo y bien completo, jeje. Me regalaron, entre otras muchas cosas, un delantal con el nombre del blog (¡artistazas!) y yo quería agradecerles lo bien que me lo pasé y la suerte que tengo de tenerlas en mi vida.

Si viéseis mi Google Reader os asustaríais al comprobar tooodos los blogs a los que estoy suscrita, ya no sólo de cocina, sino también de moda, manualidades, diseño, etc... Es en uno de ellos donde conocí la empresa Selfpackaging. Ellos se definen como una tienda on line de cajitas muy muy chulas, listas para personalizar... ¡y así es! Mejor definido, imposible. Su blog esta lleno de ideas requetebonitas, ¡no os lo podéis perder! Fue muy difícil elegir cajita (qué rabia me da ser tan indecisa, jajaja). Hacer cupcakes me tiraba mucho pero 1) no había hecho en mi vida y me daba una pereza enorme el tema del frosting, las mangas pasteleras y los kilazos de azúcar que llevan 2) no tengo horno en la casa donde estoy ahora (e invadir horno ajeno tampoco es que me hiciese mucha gracia...) 3) no tenía mucho tiempo pero a la vez quería que fuese un detalle que tuviese que ver conmigo y que fuese algo ingenioso, tipo juego. Y de repente...

ORGULLOSA DE MI PUEBLITO BUENO ;)

Hace casi un año que dejé la capi para irme a un pueblo a vivir. Me costó mucho tomar la decisión pero ahora estoy muy muy contenta. Bueno, a lo que voy, (que esto parece una sesión de psicoterapia, jajaja) en mi pueblito bueno son típicos los dulces artesanos. Casi todo el mundo lo conoce por sus peladillas (yo me declaro #MUYFAN de las peladillas de chocolate, jeje) pero también una fama bien merecida su turrón. Mi abuelo subía todos los inviernos a comprar kilos y kilos de turrón (y no exagero, jajaja!) y mira tú por donde termino viviendo aquí y con una prima con fábrica de turrón. Me encantan las casualidades de la vida :) El último fin de semana de noviembre se organiza la Feria del Dulce Artesano, donde las fábricas presentan las novedades del año.

Puesto de La Casinera :)

Mil sabores, a cual de todos más bueno. Nada que ver con esas pastillas de turrón que venden en los supermercados > Palabrita de la niña :) Así que ¡voilà! Decidida la cajita dulce...

1, 2, 3... ¡EN MARCHA!

Decidí comprar varios sabores y proponerles un juego a mis amigas a ver si eran capaces de adivinarlos.